
Eficiencia energética en el Frío Industrial
El consumo eléctrico de la instalación de refrigeración industrial puede suponer entre un 50% y un 80% del consumo total de una fábrica. Reducir ese consumo es clave para garantizar la competitividad de nuestra empresa, ya que este repercute directamente en el coste unitario por producto.
Un mayor conocimiento energético de nuestra instalación de frío industrial nos permitirá anticipar averías o defectos en los equipos, reduciendo así los posibles fallos de suministro críticos para la empresa.
La producción y distribución de frío y el impacto medioambiental
La UE, con la publicación de las propuestas legislativas de Energía limpia para todos los europeos, y numerosas directivas medioambientales de los países más desarrollados tratan de liderar la transición energética hacia un sistema energético más competitivo, moderno y limpio que se traduzca en una reducción drástica de las emisiones de CO2 (un 40% en 2030). Esta es, sin duda, una directiva que debe motivar también la eficiencia en instalaciones de frío industrial y climatización.
Por esto mismo, en los últimos años, en el desarrollo de la industria de la refrigeración se ha percibido un aumento en la conciencia de la eficiencia energética y el impacto negativo que estas prácticas puedan tener en el medio ambiente.
En los últimos diez años se ha producido un gran avance en la tecnología que se utiliza en esta industria, las empresas pertenecientes a este sector comercial invierten cada vez más en equipos, materiales y sistemas que consuman menos energía y sean ecoamigables. Y no solo eso, sino que se está llevando a cabo una revolución importante en el apartado de los gases refrigerantes del sector industrial, apareciendo gases nuevos con categoría A2L, y enfocado principalmente a la protección de la capa de ozono y a las mejoras de las eficiencias energéticas.
Como comentamos, hoy en día, y más tal y como está el precio de la energía, el foco se centra en los potenciales de ahorro y mejora energética de las instalaciones, una obligación que a largo plazo siempre se traduce en importantes beneficios financieros para las empresas y, lo más importante, para el conjunto de la sociedad.
Además, todo esto ocurre en un momento clave en el que es necesario realizar una transición energética a nivel global para poder reducir los efectos del cambio climático, y alcanzar los objetivos internacionales. Junto con la rápida expansión de las energías renovables y las políticas para la reducción de emisiones, debemos hacer hincapié en la eficiencia energética, reduciendo la demanda mientras mantenemos las mismas prestaciones en el servicio.
Medidas para el ahorro energético de cualquier instalación de frío industrial
Observando el horizonte energético actual, los precios de la energía han aumentado durante el último año de una manera drástica, desembocando en una crisis energética con escasez de suministro, aumento de los precios y de los costes energéticos de las empresas que emplean refrigeración en sus procesos industriales, con importantes consumos de electricidad.
En este apartado vamos a comentar algunas recomendaciones generales para promover el ahorro energético en nuestras instalaciones:
- Registrar y analizar los consumos eléctricos. Es el primer paso para cualquier mejora posterior. Tener estos primeros indicadores nos permitirá cuantificar los ahorros posteriores, fijar unas líneas base sobre las que realizar un seguimiento periódico y, finalmente, Avanzar hacia una imputación real de costes por unidad de producto fabricado.
- Conocer el rendimiento de nuestros equipos. Analizar exclusivamente los consumos de la planta de frío da información parcial. Es necesario conocer el rendimiento energético de la instalación, es decir, no sólo saber si estamos consumiendo mucho o poco sino saber si lo estamos haciendo bien o mal en relación al resultado conseguido.
- Aplicar buenas prácticas y buscar mejoras tecnológicas de la instalación:
- Sustitución de equipos de compresión obsoletos con tecnología más moderna.
- Elección de refrigerantes naturales, como son el amoníaco, el CO2, el isobutano o el propano.
- Uso de sistemas de acumulación de frío que permiten trabajar a los equipos a carga nominal durante los periodos de acumulación, reduciendo las horas que trabajan a carga parcial.
- Reducción de la demanda frigorífica mediante el aislamiento, utilización de antecámaras, cortinas de aire, apertura y cierre automático de puertas…etc.
- Utilización de bombas de calor con las que elevar el nivel térmico del calor residual de una forma muy eficiente.
- Invertir en nuevos equipos, adecuando las instalaciones y con un sistema centralizado de control.
- Un sinfín de posibilidades más.
- Realizar mantenimientos periódicos. Estas revisiones no deben ser infravaloradas ya que ofrecen grandes aportaciones al ahorro de energía
Para cumplir con estos pasos, tanto si se trata del montaje de un nuevo proyecto como del mantenimiento o reparación de uno ya existente, es indispensable que los tomadores de decisiones trabajen con empresas referentes en el sector como es el caso de Frío Galicia.
La importancia de la gestión energética integral en instalaciones de frío industrial
En Frío Galicia llevamos más de 40 años vinculados al mundo del frío industrial. En la actualidad trabajamos en el desarrollo de soluciones de refrigeración y climatización para nuestros clientes gracias a una variada cartera de servicios. Tenemos la capacidad de asumir todas las fases del proyecto: diseño, ejecución y mantenimiento con los más altos estándares de calidad técnica.
Monitorizamos y analizamos la gestión energética, lo que nos sirve para apoyarnos en la toma de decisiones a la hora de reducir y controlar los costes energéticos, mejorando significativamente las condiciones de operación y mantenimiento de los equipos.
Con todo ello, contribuimos a alcanzar los objetivos de una industria más sostenible disminuyendo la energía de consumo y minimizando y prolongando el ciclo de vida de las instalaciones de nuestros clientes. Acciones claves en la lucha contra el cambio climático, un reto que nos motiva para mejorar día a día.